A continuación compartimos la última entrada publicada en nuestro blog de la web de la revista Ciudad Sostenible, “Estrategias de construcción de resiliencia urbana en el sur de Madrid”, el 10 de diciembre de 2018.
Amaia Rieiro Díaz, arquitecta, nos presenta en esta entrada parte de los resultados del proyecto de investigación “Estrategias de construcción de resiliencia urbana en el sur de Madrid. Intervenciones en el sistema de espacios libres urbanos de Usera y Villaverde desde el punto de vista de la resiliencia urbana”, desarrollado para la Dirección General de Intervención en el Paisaje Urbano y el Patrimonio Cultural del Área de Gobierno de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid.
El trabajo que aquí presentamos supone una aproximación al estudio de la resiliencia urbana en los distritos de Villaverde y Usera en la ciudad de Madrid, considerando la resiliencia específica1a su vulnerabilidad socioeconómica y a su vulnerabilidad frente al cambio climático, así como la resiliencia general frente a otros posibles cambios o perturbaciones aún desconocidos. Se toman estos distritos como punto de partida tanto por sus altos índices de vulnerabilidad, como por su pertenencia a los barrios del sur de Madrid, donde se da la presencia histórica de redes de apoyo mutuo con una tradición en cohesión social, asociacionismo y participación ciudadana, presumibles fortalezas para el impulso de algunos factores clave para la resiliencia urbana.
Bajo el término coloquial espacio público nos solemos referir a diferentes realidades. En un plano físico, a cualquier espacio urbano de carácter abierto al peatón, con independencia de su uso o propiedad pública o privada. En un plano abstracto, a conceptos más amplios, como el de esfera pública, que se refiere, entre otras cosas, al espacio donde el ser humano se vuelve sujeto político, transformando el espacio donde se ejerce la autoridad en el espacio desde donde se ejerce la crítica al poder. En la realidad compleja de espacios libres urbanos de Usera y Villaverde están presentes las relaciones de conflictividad, así como las de resistencia y transformación, lejos de ideales de convivencia, multiculturalidad o accesibilidad universal2. Este tejido urbano ha sufrido un abandono institucional histórico y una fuerte segregación entre barrios separados por infraestructuras de transporte. En el mapeo realizado en el marco de este proyecto, en esta red de espacios híbridos se identifican nueve tipologías diferentes de intervenciones: de regeneración urbana, de renaturalización a gran y a pequeña escala, huertos urbanos, espacios relacionados con equipamientos públicos, de mantenimiento participativo, artístico-culturales, bottom-up y de producción y gestión local de la energía.
La mayoría de las intervenciones se han realizado después de 2011, como consecuencia del auge del uso colectivo y generalizado del espacio público en Madrid, resignificado tras las ocupaciones temporales producidas durante el movimiento 15M2.El objetivo principal ha sido determinar qué tipos de estrategias se emplean en estas intervenciones que contribuyan a favorecer la resiliencia urbana. Para ello se sigue el marco metodológico planteado por Suárez et al.3 para la estimación de la resiliencia en sistemas socio-ecológicos urbanos, que establece una serie de factores clave transversales a varias dimensiones (socio-ecológica, de estructura física, económica) y considera el tejido urbano como un sistema adaptativo complejo. Se incluyen como factores clave la autosuficiencia en los servicios ecosistémicos de aprovisionamiento, de regulación y culturales, además de otra serie de factores recurrentes en la literatura sobre resiliencia urbana, como son la diversidad, la retroalimentación próxima, el aprendizaje e innovación y la cohesión social.
Se han encontrado intervenciones con un enfoque holístico, que desde el origen del proceso fomentan múltiples factores, como la llevada a cabo por el grupo motor Pradolongo se mueve por el cambio social y la regeneración física integral del Parque de Pradolongo en Usera. Otras, como la micro-intervención Boom Box, promovida por la ONG Creatica, se focalizan en uno o dos aspectos. En este caso, este servicio colaborativo de música para espacios públicos contribuye a fomentar especialmente la innovación, aprendizaje y los servicios culturales.
La cohesión social se ve aumentada por muchas de las intervenciones analizadas, destacando la presencia de redes de apoyo mutuo en más del 60 % (ya sean redes preexistentes o creadas). También más del 60 % presenta la implementación de actividades culturales, encontrándose estrategias como la gestión cultural participativa, desde la que se desarrollan procesos pedagógicos para la autonomía comunitaria que permiten proveer de manera prolongada los servicios ecosistémicos culturales. Más de un 70% presenta actividades educativas de manera regular o esporádica, de tal manera que el aprendizaje se ve favorecido por estrategias que se encuentran en dos líneas principales, la formación directa, reglada o informal, y el aprendizaje espontáneo desde el espacio público.
Los servicios ecosistémicos de regulación también se ven favorecidos, tanto por su mejora directa mediante la renaturalización o la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza, como en intervenciones de otra índole pero poco invasivas que los fomentan de manera transversal, por ejemplo, al no aumentar la superficie de suelo pavimentado no permeable. Frente a la degradación de solares, parterres y otras superficies, resultan relevantes las posibilidades que ofrecen soluciones de jardinería vecinal como las plantaciones populares que se han realizado históricamente, en conjunción con la reciente descentralización de las competencias sobre zonas verdes municipales a las juntas de distrito y la aplicación de estrategias de mantenimiento urbano participativo, presente de manera ejemplar en los Equipos de Actuación Distrital.
Estas mismas estrategias, junto con otras relacionadas con el urbanismo bioclimático, como la conectividad de espacios, contribuyen también al fomento de la biodiversidad, mientras que la diversidad humana se ve favorecida principalmente por intervenciones con estrategias de participación ciudadana, que convocan de forma efectiva a agentes y grupos diferentes. Estas estrategias mejoran también la retroalimentación próxima con las instituciones, si bien este factor continúa suponiendo una reivindicación reiterada por parte de la vecindad en estos distritos, que demanda la creación de nuevos canales y/o figuras legales para acortar los impedimentos para realizar actividades en el espacio público.
El factor menos favorecido son los servicios ecosistémicos de aprovisionamiento, con una presencia testimonial de los huertos urbanos y la presencia de campañas por la correcta gestión de residuos. La Red de Huertos Urbanos Comunitarios destaca por su autonomía en funcionamiento y por su posible proyección a futuro como unidad de aprovisionamiento efectiva, en relación a la próxima construcción en el ámbito de la Escuela de Agroecología Urbana municipal y un Centro Comunitario Medioambiental, así como a la emergencia de los supermercados cooperativos. Otro recorrido futurible hacia la resiliencia urbana sería la combinación de estrategias de apoyo mutuo para el aprovisionamiento de energía asequible presentes en el área, como la Mancomunidad de la Central Térmica de Orcasitas (aunque no se basa en energías renovables) con las emergentes cooperativas para la transición energética desde la economía social y solidaria.
Los resultados llevan a concluir que las intervenciones en el espacio público juegan un rol en el fomento de múltiples factores clave para la resiliencia urbana en Usera y Villaverde, que podría fortalecerse de consolidarse en el tiempo su implementación, seguimiento y monitorización, estando el mayor reto en los servicios ecosistémicos de aprovisionamiento. Un proceso completo de análisis o asesoría sobre resiliencia urbana, con la participación de múltiples agentes en diferentes fases, constituiría una correcta continuación a este estudio, con una estimación mediante el desarrollo de kits de herramientas4 completos, que contengan índices, modelos y rúbricas.
Si queréis acceder al estudio completo pronto se publicará en madridpaisajeurbano.es.
[1] García García, M. (2016). Desmontando la paradoja de la sostenibilidad. Revista Ambienta.
[2] Martínez López, M.A., García Bernardos, Á. (2012) El espacio público y las luchas por la vivienda en el movimiento 15M. Universidad Complutense de Madrid.
[3] Suárez, M., Gómez‐Baggethun, E., Benayas, J. y Tilbury, D. (2016) Towards an Urban Resilience Index: A Case Study in 50 Spanish Cities. Sustainability. 8: 774.
[4] Ayyoob, S., & National Institute for Environmental Studies, J. (2016). A critical review of selected tools for assessing community resilience. Science Direct. Elsevier. Ecological Indicators.